El Gobierno busca redefinir los subsidios a la energía y al gas

El Gobierno nacional definió la secuencia y los parámetros que aplicará para una canasta básica energética indispensable, diferenciada por zonas bioclimáticas, a partir de la cual establecerá un nuevo esquema de subsidios que atienda situaciones de real vulnerabilidad de cada grupo conviviente.

Aumentos 29 de enero de 2024 A1 Prensa A1 Prensa
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El Gobierno nacional definió la secuencia y los parámetros que aplicará para una canasta básica energética indispensable, diferenciada por zonas bioclimáticas, a partir de la cual establecerá un nuevo esquema de subsidios que atienda situaciones de real vulnerabilidad de cada grupo conviviente.

Así, la segmentación de tarifas de los servicios de energía eléctrica y gas natural por red, implementada en el último tramo de la administración anterior, a partir del decreto 322/22, quedará atrás.

De la misma manera está en análisis si la canasta energética a determinarse de acuerdo a las distintas zonas del país significará la derogación de la ley que dispuso la ampliación del régimen de zona fría, que reconoce hasta 50% de los cuadros tarifarios para el gas en redes o garrafas.

También se analiza la continuidad del beneficio que reciben los usuarios más vulnerables de gas natural, aquellos que no tienen acceso a redes y usan garrafas de Gas Licuado de Petróleo.

Todas estas definiciones serán motivo de una audiencia pública. A partir de allí, se establecerán los alcances de la canasta energética que se determinará según la región del país y la conformación del grupo conviviente.

Para la nueva administración, la segmentación de tarifas significó una mejora en cuanto a la gestión de los subsidios del Estado, pero sus resultados están lejos del criterio de auxiliar a los que realmente lo necesitan.

A partir de ello, la Secretaría de Energía inició un proceso de enfocar los subsidios a partir de establecer una canasta básica energética con volúmenes indispensables de consumo de gas y electricidad por zona bioclimática. La propuesta prevé determinar los ingresos totales del grupo conviviente y el porcentaje de ese ingreso aplicado a pagar la factura de energía.

Se podrá contrastar el costo de esas cantidades con el ingreso del grupo conviviente y limitar la incidencia de ese costo a un porcentaje del ingreso subsidiando el Estado la diferencia en casos de vulnerabilidad.

Subsidio diferencial

Así, el subsidio que otorgará el Estado será diferencial cuando el precio de la canasta básica energética supere un porcentaje determinado de los ingresos totales del grupo conviviente y no del titular del servicio como hasta hoy.

Hasta ahora, a criterio de la actual conducción energética, los usuarios de ingresos altos (N1), bajos (N2) o medios (N3) siguieron recibiendo subsidios porque los precios fijados en los mercados mayoristas no cubrían el total de costos. También se advierte la superposición de estos subsidios con los beneficiarios de planes sociales. Pero además, se cuestiona la falta de control de los usuarios.

Del cruzamiento de esos datos se puede deducir que el subsidio se otorga según las condiciones del contratante, sin control del grupo conviviente. Por ello, para la implementación del nuevo esquema se requerirá de una secuencia que consiste en el cálculo de consumos esenciales, según grupo conviviente y región del país que habita. Eso permitirá correlacionar ingresos y consumos.

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