Alberto Fernández viajó a Estados Unidos a la espera de la cumbre con Joe Biden

El próximo miércoles, el jefe de Estado se reunirá con su par norteamericano. Intentará conseguir un mayor acceso a “fondos frescos” en un contexto signado por la escasez de dólares, la sequía y la escalada de la inflación.

Política27 de marzo de 2023AA PrensaAA Prensa
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El miércoles próximo, el presidente, Alberto Fernandez, se reunirá con su par de los Estados Unidos, Joe Biden. Más allá del encuentro protocolar, el mandatario argentino irá en búsqueda de oxígeno para llegar hasta diciembre y terminar su gestión. Es decir, acompañamiento político y, si fuera posible, acceso a fondos frescos.

Alberto Fernández llegará al cónclave en el Salón Oval de la Casa Blanca luego de más de tres años de mandato y con un sinfín de problemas irresueltos, lo cual dificultará la transmisión de un mensaje de optimismo a Biden sobre el futuro de la Argentina.

Caída de reservas, desaceleración de la economía, desplome de la recaudación por efecto de la sequía y la escalada permanente de la inflación son algunos de los varios inconvenientes de la actualidad económica que castiga al país.


En paralelo y en el plano político local, cada vez son más los funcionarios y gobernadores que coinciden en que la debilidad de la figura presidencial y de liderazgo de Alberto Fernández llegó a uno de sus peores momentos.


Biden ya postergó en dos oportunidades el encuentro con Alberto. Se trató de reuniones que en rigor nunca estuvieron completamente incorporadas a la agenda del presidente de los Estados Unidos.


Ahora, sobre el final del mandato de Alberto y sin ninguna negociación comercial profunda entre los dos países en materia comercial, el apretón de manos de Alberto y Biden no significará en absoluto un salto en la relación bilateral. Algo distinto a lo que acaba de ocurrir con Brasil: Lula asumió en enero y Biden ya lo recibió.

En suma, Alberto y el ministro de Economía, Sergio Massa, que también estará en el encuentro, intentarán ganar oxígeno, es decir, una eventual asistencia del Tesoso norteamericano, alguna línea de crédito que signifique un desahogo para las reservas del BCRA o la continuidad del apoyo del FMI, que deberá ser más flexible con la Argentina ante las crecientes dificultades para cumplir con las metas trimestrales.


La sequía, la caída de la recaudación y el impacto de la guerra de Rusia contra Ucrania son argumentos recurrentes en los pedidos de ayuda de nuestro país. En Santo Domingo, Alberto incorporó el impacto de la nueva crisis bancaria. Massa intentará negociar algún mecanismo de trabajo para compensar esas pérdidas.

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