Gustavo Sáenz se prepara para la reunión con Milei el viernes

A días de concretarse el primer encuentro entre el Gobierno y los mandatarios provinciales para comenzar a trazar la hoja de ruta del “Pacto del 25 de Mayo”, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, confirmó su asistencia y envió un contundente mensaje a sus pares. “El que no vaya no quiere dialogar”, sentenció.

“Si reclamábamos diálogo, reuniones y consensos, cómo no voy a estar. Fui uno de los primeros gobernadores que planteó la necesidad de estas reuniones, porque en definitiva deben darse, independientemente de estar de acuerdo, o no, con algunas políticas”, destacó Sáenz, ratificando su asistencia a la convocatoria del Gobierno.

“Tenemos que sentarnos, dialogar, y gobernar. Hemos perdido tres meses valiosísimos para la gente. Aquel gobernador que no vaya a la reunión evidentemente no tiene capacidad de diálogo y tampoco quiero dialogar”, apuntó Sáenz

“Acá también hay una cuestión de confianza y también nosotros esperamos que el Presidente nos sorprenda y que lo haga para bien. Creo que es fundamental que podamos conversar no solo la ley de Bases, que tanto le hace falta al Gobierno, sino también necesitamos tener certezas para poder gobernar cada uno de nosotros en nuestras provincias”, aclaró el mandatario provincial, quién días atrás ya había sugerido al Ejecutivo que no firmará un acuerdo a libro cerrado y que el “federalismo” es innegociable.

“No son los 10 mandamientos, calculo que a partir del viernes empezamos a conversar sobre esos puntos”, adelantó Sáenz en relación a la convocatoria del Gobierno. “Acá hay muchas cosas que rediscutir. Hay un tema muy importante en la ley de Bases que tiene que ver con el régimen de incentivo para los grandes inversores, pero a mí me gustaría que haya un régimen de incentivo para la recuperación histórica para el norte”, señaló el gobernador.

“El norte es un gigante dormido, tenemos todo para darle al mundo pero necesitamos que el Gobierno tenga una mirada federal”, reclamó Sáenz a tres días de la reunión que tendrá lugar en la Casa Rosada.

La primera reunión entre los funcionarios nacionales y los gobernadores está prevista para este viernes en la Casa Rosada, en horario a definir. Habría otros encuentros la semana próxima con aquellos mandatarios que no puedan estar en Buenos Aires por temas de agenda.

Los gobernadores serán recibidos por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, por el ministro del Interior, Guillermo Francos. Caputo, que tiene la última palabra sobre la caja, en principio no estará. El ministro de Economía tiene previsto viajar el miércoles a última hora a la asamblea anual del BID, que culmina el domingo.

 Mañana, sin embargo, todos los responsables de las carteras económicas de las provincias están citados a una reunión con el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. Se trata de un encuentro previsto hace tiempo para presentar la agenda de trabajo de la Subsecretaría de Relación Fiscal con Provincias, pero que podría resignificarse a la luz de la nueva coyuntura política.

Según anticipó este medio, la letra chica de la invitación del Gobierno hacia los gobernadores estará centrada en la restitución del impuesto a las Ganancias para recomponer la coparticipación federal y en la interlocución con funcionarios de alto nivel.

Francos confirmó en las últimas horas que la carta de negociación del Gobierno será la restitución de los fondos coparticipables a través del impuesto a las Ganancias. “Es un pedido de los gobernadores que los ayudemos a solucionar sus problemas fiscales y en ese sentido nosotros vamos a plantear la puesta en vigencia otra vez del impuesto a los ingresos”, dijo el ministro en Expoagro. Luego, en diálogo con LN+, dijo que “fundamentalmente” la recomposición de los recursos girados a las provincias será a través de una mayor recaudación de ese tributo.

En el Gobierno dicen que todavía no está definido cuál será el nuevo mínimo no imponible del gravamen que pesa sobre los ingresos y sobre el salario. Tampoco cómo serán las nuevas escalas. Solo está definido que esa será la vía para restituir los fondos que las provincias perdieron cuando se votó, en plena campaña electoral, la ley impulsada por Sergio Massa que hizo que 800.000 asalariados dejaran de pagar el tributo.