Ante la suba de la carne: La solución sería comer insectos

Esto ha causado un gran revuelo en las redes sociales. Muchos usuarios que afirman que la UE obligará a las personas a comer insectos agregados a la harina, el pan o la pasta sin su conocimiento.
En Francia, un político de derecha también criticó la decisión de la UE diciendo: "No podemos permitir que los franceses coman insectos sin su conocimiento". Esta aprensión proviene de la idea de que la UE clasifica a los insectos como alimento y no etiqueta claramente si se mezclarán con otros ingredientes como, por ejemplo, harina.
El documento oficial reza: La acheta domesticus, el polvo de grillo doméstico, tendrá que estar claramente etiquetado. El nnúmero dos es que el etiquetado de los alimentos que contengan el polvo deberá decir que este ingrediente puede causar reacciones alérgicas a quienes tienen alergias a crustáceos, moluscos y ácaros del polvo.
Aquí también dice "La declaración deberá aparecer muy cerca de la lista de ingredientes. En conclusión, podrá ver si se ha agregado polvo de insectos a sus galletas o cereales favoritos.Además, esto no es nada nuevo porque la UE ya había aprobado otros dos insectos para el consumo humano hace unos años.
Pero la idea de comer bichos no es plato de buen gusto para todos y muchos en Europa necesitarían convencimiento para agregarlos a su dieta. Según un informe de 2020 de la Organización Europea de Consumidores, solo el 10 % de los europeos está dispuesto a cambiar carne por insectos
Según una encuesta realizada por YouGov en 2021, Francia parece ser el país más receptivo a la idea, ya que el 25 % de las personas encuestadas dijeron que están dispuestas a comer alimentos que contengan polvo de insectos. Alemania y Dinamarca también siguieron a Francia con 24 y 22 por ciento respectivamente.
Sin embargo, Italia y Polonia fueron los más resistentes a la idea con solo el 17 y el 18 por ciento de los encuestados que dijeron que estarían dispuestos a intentar comer insectos de forma regular, la cifra más baja de la encuesta.
Pero con el problema del crecimiento de la población de nuestro planeta, así como la contaminación causada por la industria cárnica y láctea, cada vez más científicos creen que los insectos podrían ser la clave para frenar el cambio climático.