La masacre de las fuerzas rusas en Donetsk puede ser una señal de los problemas que se avecinan

Estas escenas fueron grabadas por drones militares ucranianos durante las dos últimas semanas en los alrededores de la ciudad de Vuhledar, en Donetsk, en el este de Ucrania, donde los sucesivos asaltos rusos han fracasado.

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La debacle de Vuhledar sugiere fallos crónicos en el mando y las tácticas de los rusos mientras se preparan para una ofensiva de primavera. Si se repiten en otros lugares del largo frente militar de Donetsk y Luhansk, esos fallos podrían poner en peligro los planes del Kremlin de apoderarse de más territorio.

Una veintena de videos geolocalizados muestran errores tácticos básicos en una zona abierta y llana, donde los observadores ucranianos situados en terrenos más elevados pueden dirigir los ataques de artillería y donde los campos de minas agravan las bajas rusas.

Un video muestra a un tanque que entra en un campo minado y explota, seguido casi sin darse cuenta por un vehículo de combate de infantería que sufre el mismo destino. Otros muestran a drones ucranianos lanzando pequeñas cargas explosivas sobre tanques estáticos en campo abierto, y un cementerio de blindados abandonados.

Al menos dos docenas de tanques y vehículos de infantería rusos han quedado inutilizados o destruidos en cuestión de días, según los videos, difundidos por el ejército ucraniano. Las imágenes satelitales muestran intensos patrones de impactos a lo largo de las líneas de árboles por donde los tanques rusos intentaron avanzar.

El Ministerio de Defensa de Rusia ha insistido en que el asalto a Vuhledar, donde la 155ª Brigada de Infantería de Marina tiene una participación destacada, se está desarrollando según lo previsto. En declaraciones grabadas para un programa de televisión dominical, el presidente de Rusia, Vladimir Putin dijo que "la infantería de marina está trabajando como debe. Ahora mismo. Luchando heroicamente".

Pero el líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), apoyada por Rusia, Denis Pushilin, reconoció el viernes que la zona estaba "encendida" y dijo que "el enemigo sigue transfiriendo reservas en grandes cantidades, y esto ralentizó la liberación de este asentamiento".

La ciudad se ha convertido en un eje del conflicto en el este de Ucrania. Las fuerzas rusas llevan tres meses intentando tomarla. La victoria de Moscú aquí dificultaría a los ucranianos el cierre de un ferrocarril cercano que une Donetsk con Crimea, ocupada por Rusia, y permitiría a los rusos iniciar un "gancho" al norte como parte de su esperada ofensiva de primavera.

En noviembre, un plan mal concebido para tomar Vuhledar causó numerosas bajas y estuvo a punto de provocar un motín entre los hombres de la 155ª Brigada de Infantería de Marina.

Los críticos con el alto mando militar ruso dicen que la gestión de la última ofensiva es aún peor, y un bloguero militar la describe como una "debacle vergonzosa".

Cooper afirma que los rusos construyeron una fuerza formidable en torno a Vuhledar, "digamos, un total de unos 20.000 soldados, 90 MBT [carros de combate principales], quizás el doble de IFV [vehículos de combate de infantería] y unas 100 piezas de artillería".

“Pero los ataques lanzados en la última semana de enero fueron fatalmente defectuosos”, dijo. "Avanzaban por una ruta relativamente estrecha, todo el tiempo a la vista de los centinelas ucranianos apostados en lo alto de los edificios altos de Vuhledar, y ahora se enfrentaban a unos 500 metros de terreno vacío en el lado oriental de la ciudad", escribió Cooper en su blog.

"La artillería ucraniana no solo causó grandes pérdidas a las unidades que avanzaban, sino que también alcanzó su retaguardia, cortando tanto sus enlaces de suministro como sus posibles rutas de retirada".