Una simulación advierte que una invasión de Taiwán fracasaría con un costo enorme para los ejércitos de China, Estados Unidos y Taiwán.

Una guerra por Taiwán podría dejar al Ejército estadounidense –victorioso en esta simulación– en un estado tan deplorable como el de las fuerzas chinas a las que derrotaría.
Al final del conflicto, al menos dos portaaviones estadounidenses yacerían en el fondo del Pacífico y la moderna armada china, que es la mayor del mundo, quedaría "destrozada".
Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), tras realizar lo que afirma es una de las simulaciones de juego de guerra más extensas jamás realizadas sobre un posible conflicto por Taiwán, la isla de 24 millones de habitantes gobernada democráticamente que el Partido Comunista Chino reclama como parte de su territorio soberano a pesar de no haberla controlado nunca.