Es de puro conocimiento que el martes en horas de la mañana detuvieron a tres personas sospechadas de haber tenido alguna participación en el crimen de Jimena Salas en febrero del 2017. 

Los tres hombres, de apellido Saavedra ya fueron acusados formalmente de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa, por el concurso predeterminado de dos o más personas y femicidio. 

Dos de los hermanos fueron detenidos en la ciudad, en barrio Parque Belgrano, mientras que el tercero fue encontrado en Tartagal.

Según información que llegó a Multivisión, Javier Saavedra, quien fue detenido en Santa Victoria, mientras era trasladado hacia la fiscalía en un vehículo de los investigadores, golpeó al chofer e intentó que el auto volcara. ¿Intentó darse a la fuga?, es la pregunta que los investigadores se hacen en esta causa que tiene en vilo a los salteños desde el 2017.

La causa tendría elementos probatorios comprometedores para los detenidos

En febrero de 2017, los asesinos de Jimena Salas dejaron ADN en la escena del crimen, pero desde ese momento y hasta la fecha, los cotejos genéticos siempre dieron negativo con los sospechosos. 

El gran interrogante por estas horas es saber si los nuevos detenidos podrían ser los verdaderos autores del aberrante homicidio. A la espera de los resultados, Multivisión pudo saber que a uno de los jóvenes le secuestraron una camisa similar a la utilizada en 2017.

Después de un trabajo exhaustivo y minucioso de los investigadores, el perfilamiento criminal de más de 300 personas, lograron dar con varios elementos probatorios e indicios que señalaban que los tres jóvenes de apellido Saavedra están complicados y comprometidos en el crimen de Jimena Salas.

Javier Saavedra, uno de los sospechosos en el crimen

El crimen de Jimena Salas ocurrió el 27 de enero de 2017. El servicio de Emergencias 911 recibió un llamado por parte de Nicolás Cajal, su viudo. El hombre informó que, cuando llegó a su domicilio, ubicado en la localidad de Vaqueros, encontró el cuerpo sin vida de su pareja, Jimena Salas.

El cuerpo de la mujer tenía al menos 40 puñaladas y sus hijas, de solo tres años, estaban encerradas en el baño.