Un kakuy sorprendió a un periodista de Multivisión durante un vivo

Alrededor del hospital de Embarcación, la presencia de este animal asombró a nuestro periodista, Ariel Costilla, quien contó la leyenda del Kakuy.

Salta02 de mayo de 2023AV prensaAV prensa

Durante la madrugada, vecinos que pasaban por las afueras del Hospital San Roque de Embarcación, se percataron de la presencia de este pájaro estaca, mejor conocido como Kakuy.

El ave imponente ante la atenta mirada de nuestro periodista, Ariel Costilla, que no salía de su asombro, ya que su presencia es exclusiva en los bosques y en especial durante las noches. Camufla su plumaje con la corteza de los árboles del monte por eso también lo han llamado “pájaro estaca”.

Cuál es la leyenda que esconde el Kakuy

La historia del Kakuy se remonta a décadas atrás y tiene por protagonistas a una pareja de hermanos indígenas que quedaron huérfanos a muy corta edad. Mientras que el joven era de corazón noble, muy trabajador y se dedicaba a cuidar a su hermana, la pequeña, por el contrario, era malcriada y lo trataba muy mal.

Un día, luego de regresar de una larga jornada de trabajo, el joven le pidió a su hermana que le preparara un poco de agua endulzada con miel. Ella, enojada por el pedido, fue en búsqueda del agua pero antes de entregársela, la dejo caer sobre el cuerpo de su hermano. Pero esto no terminó ahí, al día siguiente hizo lo mismo y esta vez le arrojó comida. Su hermano, triste con la situación, decidió abandonar la choza e internarse en lo profundo de la selva.

El joven estaba dolido con su hermana, no podía entender su comportamiento y, mientras deambulaba por la oscuridad del bosque, decidió darle un escarmiento. La invitó a pasear por la montaña, aunque detrás de eso se escondía su venganza. La leyenda cuenta que hizo trepar a su hermana al árbol más alto para conseguir miel mientras él subía por el otro lado del arbusto. Cuando vio que estaba en lo más alto, bajó a toda velocidad y cortó las armas con un hacha, para asegurarse de que su hermana ya no pudiera bajar de allí.

El joven se alejó del lugar mientras su hermana, muerta de miedo, en lo más alto del árbol gritaba desesperada. Cayó la fría noche y de tanto llamarlo, quedó sin voz; su cuerpo se fue quedando quieto, inmóvil. Sus pies se convirtieron en garras, su nariz y uñas se arquearon, sus manos se transformaron en enormes alas, y todo su cuerpo se cubrió de plumas: ya era un ave nocturna.

De aquí que su nombre es kakuy, el grito que dejó su garganta seca y por lo que quedó muda mientras clamaba por su hermano: “¡Kakuy! ¡Turay! ¡Kakuy! ¡Turay!”, que en el lenguaje quechua significa “¡Hermano…Hermano!”.

“Cuenta la gente, allá en el pago, lo sucedido entre dos hermanos. Cuando él volvía de la jornada, agua y comida jamás encontraba. Cansado un día de soportarla la llevó al monte para castigarla. Con triste grito busca a su hermano, Kakuy se llama y vive penando. Sobre un árbol ella esperaba, mientras el mozo de allí se alejaba. A sus reclamos los llevó el viento, de su garganta quejumbre y lamento. De esta leyenda no hay que olvidarse. Qué los hermanos no dejen de amarse”, interpretaba el recordado Juan Carlos Carbajal, inmortalizando la leyenda de, probablemente, unas de las aves más misteriosas que habitan las selvas.

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